miércoles, 31 de diciembre de 2008

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contabilidad. En lugar de Eulalia Castillo, a quien despedí por haber presentado irregularidades en el manejo de la contabilidad y administración. La esposa de Ramón se llama Zuli Bocaranda. Zuli tenía que soportar ver a su esposo entrar en la habitación con la otra mujer. Cuando le reclamo a Ramón su infidelidad, este la golpeo en presencia de todo el equipo. Ella vivió días difíciles, se quedaba en la oficina y amanecía despierta.
Esto se presto a que me acercara a ella. En una conducta poco ética de mi parte, me aproveche de su situación y la hice mi segunda mujer. Luego me uní a Yeni Suárez y a Maria Epieyu. Con Zuli Salí a almorzar en un restauran chino en la Av. 5 de julio, luego fuimos a beber a los palafitos de Santa Rosa de Agua. Después ella fue a su casa a cambiarse para encontrarnos en la noche, en la plaza de la Basílica.
Como acordamos nos encontramos en la basílica, de allí nos fuimos a un hotel en el sector Delicias. Bebimos cervezas en el bar, luego alquilamos una habitación donde permanecimos dos días con sus noches. Cuando regresamos al campamento todo se sabía. Zuli era mi mujer.
Hoy cuando recuerdo aquello, no puedo menos que sentir rechazo y repulsión por esta conducta, en nada justificable. Debo confesar que siento mucho dolor por esto, al igual que los otros casos de utilización sexual de mujeres casadas durante el proceso revolucionario. Se que hay otras personalidades históricas que han hecho esto, pero no encuentro justificación para algo que considero una traición a el ideal de justicia y a mis mismos subalternos, como fue el caso con el matrimonio de Ramón y Zuli.
El caso se complico cuando Ramón le reclamo a Zuli, su infidelidad conmigo, ella le dijo, que no tenia moral para reclamarle a ella siendo el, el primero en haber fallado. Luego la joven afro-descendiente le reclamo a Ramón por intervenir en la relación de Zuli con mi persona. Le advirtió, si continuas trás de Zuli te quedaras sin ella y sin mi. Esto hizo que Ramón se sometiera y finalizáramos los cuatros viviendo en el mismo lugar y bañándonos juntos en la piscina.
Poco a poco iba abandonando el rancho, a Adelaida, lo que no había podido lograr la contrarrevolución, lo estaba logrando la inmoralidad, pues es un hecho que en todo este proceso se combinaban sexo, vicio, política, armas y cultura. Mi otra relación con problemas era la de Yeni Suárez, esta relación

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