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En los diálogos hablaba de las legítimas insurrecciones de los marginados. Algunos de mis argumentos eran: que la lucha de los marginados no era la lucha de toda la nación venezolana, sino una lucha de clases, de la clase oprimida y explotada contra las clases opresoras y explotadoras. La insurrección indígena y campesina de Chiapas es uno de los pocos procesos de insurrección de la marginalidad, donde sus cuadros de mando son indígenas marginados.
Las clases marginadas no pueden ser dirigidas por elementos de otras clases sociales, las razones están sobradamente probadas, en cada proceso revolucionario, estos sujetos desvían el proceso hacia otros intereses y objetivos, que no son los de la marginalidad. Finalizada la lucha le dicen gracias a los marginados y los despiden a seguir viviendo la marginación y la opresión; mientras que ellos y sus clases se apoderan de las riquezas y del poder, esta ha sido la historia, luego el proceso revolucionario se corrompe y se produce una nueva frustración de la marginalidad.
La lucha concluye con que la marginalidad lleva sobre sus hombros a una nueva oligarquía al poder.



Algunos de los mensajes


Los marginados venezolanos tenemos que aprender a caminar por nosotros mismos, a pensar por nosotros mismos y a hablar por nosotros mismos. Si nosotros no lo hacemos de esta forma, otros pensaran por nosotros, hablaran por nosotros y nos llevaran para donde no queremos ir.